La culpa es de otros

Un desgraciado error negligente ha acabado con la vida del recién nacido Ryan, días después de la muerte de su madre por gripe A. La enfermera parece se equivocó por novata, era el primer día que trabajaba en un servicio muy especializado. Queda claro que la familia de los fallecidos no puede tener consuelo, aunque también lamento la situación de la enfermera responsable del error, no por el castigo que le corresponda, sino porque ante un palo como este es muy difícil que una profesional joven pueda reponerse. El asunto tendrá sus secuelas, incluso político-sindicales, no hay que olvidar que hay un gran enfrentamiento en la sanidad publica madrileña, por una parte por los intentos de PP de implantar formas de gestión privada, y sobre todo por la puñalada trapera que el anterior consejero de Sanidad, Luis Lamela, propinó a un intachable médico de urgencias, Dr. Montes, acusándolo injustamente de homicidio acelerando la muerte de enfermos terminales. El doctor fue absuelto, y ahora el acusado es el consejero por denuncia falsa.
CC OO ha relacionado el error fatal con la "política continuada de desregulación, privatización y desmantelamiento de la sanidad pública". ¡Que barbaridad¡. Todos los veranos en todos los hospitales ocurre lo mismo, en servicios muy especializados se contrata personal interino de enfermería sin experiencia, bien porque no se ha formado a estos interinos, bien porque en el contrato manda la bolsa de empleo y no la especialización, en cualquier caso no reconocida oficialmente. Todos los años los jefes de servicio protestan y se intenta arreglar como se puede, pero en definitiva todos los años enfermeros no expertos trabajan en servicios muy especializados como quirófanos, preparación de quimioterapia y cuidados intensivos. Que haya errores tan lamentables como el ocurrido entra dentro de lo posible. Los sindicatos conocen esta situación, son muy activos participantes en el sistema de contratación de personal, y aunque no son los últimos responsables de los ocurrido, que lo son el director de enfermería y gerente del hospital, si tienen su parte de responsabilidad al permitir que esta anomalía ocurra año tras año, personal sin experiencia ocupando puesto de muy alta especialización y responsabilidad. Que nos se rasguen las vestiduras echándole culpa en exclusiva a los demás.
Pero es que con los sindicatos del Ayuntamiento de Estepona pasa lo mismo, la culpa es de otros, de los malos políticos que nos dirigieron, y la solución también corresponde a otros, al gobierno que tiene que dar dinero para paliar la ruina. Entiendo que los sindicatos luchen al tope para que no haya despidos, y probablemente puedan conseguirlo, pero la situación actual es insostenible, mantener un gasto en plantilla que excede los ingresos solo puede conseguirse aumentado los ya altos impuestos o vendiendo en parcelas en entorno natural de Estepona a las constructoras, cuando se reinicie la especulación urbanística. Los sindicatos deben aceptar cuatro hechos necesarios para la viabilidad del Ayuntamiento, cambio en el modelo de gestión, gasto en plantilla adecuado a los ingresos, aumento de la productividad (es inadmisible el absentismo actual) y una plantilla final consolidada formada por aquellos que ingresaron de acuerdo a criterios de igualdad, capacidad y merito. A partir de estas premisas a negociar, y haciendo las cosas bien es posible no se produzcan despidos, pero hay que hacer sacrificios como desaparición de pluses injustificados, movilidad y privatizaciones. Pretender que la culpa es solo de otros, de los políticos, y por tanto todo debe seguir igual, y que la broma se pague a base de impuestos y de deuda, es otro ejemplo de unos sindicatos crecidos en la empresa publica, sin entender que los ciudadanos normales lo pasan muy mal, trabajando duro, en precario, o en el paro, y en cualquier caso pagando impuestos desorbitados.
La culpa es de otros, me suena a Valadez.

Damián Zamorano Vázquez
Publicado en Estepona Informacion, 18.7.2009