LAMPEDUSA. APARATIX
LAMPEDUSA. Mi querido Aparatix. Tenemos que dar un barniz de
regeneración. Hay que tunear al PSOE al gusto de las modas imperantes o
perderemos cuota de mercado. Todo tiene que cambiar para que nada cambie.
APARATIX. Si, pero fíjate lo que le paso a Gorbachov, quiso
tunear su negociado, se lío con los palabros (perestroika, glasnost) y al final
le quitó el poder el borracho de la esquina.
LAMPEDUSA. Garbachov y el borracho eran aficionados; luego
llegó el profesional (Putin) y cambió todo para que nada cambiara. Seamos
nosotros también profesionales. Por ejemplo la gente quiere que los candidatos
del PSOE sean elegidos por voto secreto de todos los militantes (o incluso de
los simpatizantes), y a esa cosa la llaman primarias. Háganse pues unas
primarias.
APARATIX. Las primarias suenan muy bien, pero tienen un
problema: podemos perderlas. Muchos de los que nos llaman guapos y nos hacen la
pelota puede que, escondidos en el secreto, no nos voten, porque realmente no
nos tragen; hay mucho anarcoide en este partido.
LAMPEDUSA. Convóquense pues unas primarias precipitadas, que
no de tiempo a organizarse a una oposición seria, y con un candidato oficial al
que apoyará todo el aparato con todas su fuerzas, bien entendido que al igual
que Rajoy no pronuncia Barcenas, el aparato no pronunciara nunca el termino
“candidato oficial”.
APARATIX. Con todo me da miedo el voto secreto.
LAMPEDUSA. Pues entonces pongamos que hay que recoger
avales, muchos avales, muchísimos avales. Los avales no son secretos. Así que
cada cargo se ocupe de recoger los avales de todos de los que de él dependen.
Los ocultos sediciosos tendrán que firmar, o se quedan sin cocido. Hay que
conseguir que el candidato oficial obtenga el 70% de lo avales posibles.
También hay que dejar algunos avales a la oposición, que en la vida todo es
saber aparentar. Tenéis que haceros fotos con el candidato oficial, miles de
foros, que quede claro que el que no salga en la foto luego no se promociona.
APARATIX. Excelente Lampedusa, pero hay otro problema. Los
candidatos opositores puede hacer discursos novedosos que nos pongan en apuros
si ilusionan a la gente. Corremos el riesgo, Dios no lo quiera, que salga un
Obama y nos quite el chiringuito.
LAMPEDUSA. Apliquemos el principio de banalidad. Que todo lo
que se diga se banal, contra mas banal mejor. Centrémonos en que la nuestra es
mujer, es joven, es de Triana, ama a los pobres porque nació entre los pobres,
ama a los estudiantes porque estuvo mucho tiempo con ellos, ama a los pájaros, a
los peces, etcétera. No tengo que decirte más, Aparatix, tu eres un experto en
el marketing de lo vacio, ya nos encargamos de formarte bien en esa utilísima
inutilidad cuando eras joven.
APARATIX. ¿Qué hacemos con los cabecillas de la oposición?.
LAMPEDUSA. A los peligrosos se les lamina (aparatosamente,
hay que avisar a navegantes), a los venales se les compra si son útiles, a los inofensivos
se les permitirá crear una corriente tipo Izquierda Socialista.
APARATIX. Muy bien, Lampedusa, le diré al abuelo que ya puede
jubilarse, que esto quedará atado y bien atado
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