Carolina España, portavoz del PP en el Ayuntamiento de Málaga, ha escrito recientemente un artículo de opinión muy pesimista sobre la situación económica de los Ayuntamientos. Para ella el problema son los escasos recursos fiscales en manos municipales, volcándose injustamente más recursos en manos de las comunidades autónomas. Para la oposición el problema es mala gestión del equipo gobernante. Siempre es así, para quien gobierna escasos recursos fiscales, para la oposición despilfarro.
Simplificando y centrándome en Estepona, en ambos casos para que se me entienda, hay tres elementos a considerar en lo que nos ocupa:
. Ingresos extraordinarios derivados de las actividades urbanísticas. Ha sido el gran maná para los Ayuntamientos, y más para el nuestro. El boom del ladrillo ha dado dinero para todos, también para el despilfarro y la corrupción. En truco era cargar los costes en el consumidor, sea el inversionista o el anónimo ciudadano que se hipotecó hasta las cejas y de por vida para pagar unos pisos de precios exorbitados. Sin el ladrillo los Ayuntamientos se han quedado con el culo al aire, pero además por lo visto en Estepona con motivo del pseudo plan de saneamiento presentado para pedir créditos, no escarmientan y piensan que el jodido ladrillo será el que al final pague todos los desperfectos.
. Ingresos ordinarios de los ciudadanos. En Estepona se decidió subir los impuestos, y esa es la postura que se ha mantenido incluso tras agudizarse la crisis. Cuando la oposición ha planteado una disminución de impuestos, la postura de los que mandan es de calificarlos de gamberros y destructores: imposible bajar impuestos, el Ayuntamiento no tiene dinero. El problema es que los ciudadanos tampoco tienen dinero, y si alguien quiere definir la indignidad que se vive en le tercer mundo que no escarbe en la pobreza, que puede ser hasta digna, que escarbe el miseria de cuando el pobre roba a otros pobres. Eso es miseria. Los ciudadanos de Estepona están justamente indignados con los impuestos, pero los efectos colaterales son aun mas graves. Estepona vive en gran parte del turismo. El fin de semana anterior estuve en la zona de Rute, todo baratísimo, que contrasta con hacer turismo en Estepona, muy caro. Si alguien además desea tener una segunda vivienda en Estepona, para vacaciones, debe saber que los altísimos impuestos municipales -no subvencionados- desaconsejan tal comportamiento, les sale mas barato ir con toda su familia al Caribe, hotel 5 estrellas, todo incluido, que el gasto que le ocasiona su segunda vivienda. Nos cargamos el turismo.
. Gasto publico. Necesario para gastos obligatorios (basura, saneamiento, infraestructuras, policía, etc.), gastos recomendable como en cultura, y gastos sociales para ayudar a los mas necesitados. Hay diferencias ideológicas sobre que gastos debe asumirse y quien debe prestarlo (el propio Ayuntamiento, o iniciativa privada concertada), aunque realmente a nivel municipal esta diferencia entre derechas e izquierdas es tenue, premiando mas la eficacia que la ideología. Pero el gran problema de Estepona es que no existe el gasto publico, solo existe el gasto para pagar nominas. Todo lo demás es mentira. Ejemplo: los ciudadanos han pagado su tasa de basura del 2009, pero estos ingresos no se usaron para pagar al concesionario de basuras, se han utilizado para pagar nominas. En Estepona todos los ingresos a obtener no son para proporcionar servicios, son para pagar nominas, y en un futuro también deudas.
Solo les pido una cosa a los gobernantes, que no nos engañen, no es propio en una sociedad democrática y madura. Si tienen solución para la ruina económica del Ayuntamiento, un plan de saneamiento, que lo hagan publico, y actuaremos y votaremos en consecuencia. Si no tienen ni idea de que hacer, que dimitan, pero que no fabriquen mentiras como las monedas de tres euros. Con nuestros impuestos no debemos pagar ni a inútiles ni a mentirosos.
Damián Zamorano Vázquez
Publicado en Estepona Información el 31.10.2009
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