Aitana tenía tres años. Un día, en Tenerife, cayó de un columpio golpeándose la cabeza. Se le atendió en su centro de salud solo superficialmente, e igual que le ocurrió hace años a un portero de futbol del Málaga, desarrolló un hematoma cerebral días después y falleció. Pero la tragedia fue aún mayor. El medico que atendió a la moribunda Aitana sospechó de malos tratos, realizó la correspondiente denuncia a la policía y, a saber por culpa de quién, el padrastro y cuidador de la niña –Diego- fue sospechoso de malos tratos continuados, quemaduras y abusos sexuales de la niña. La sospecha policial se filtró a la prensa, que publicó sin recato los “crímenes” cometidos por Diego, un chaval de 25 años, y se apresuró por publicar su foto. El periódico ABC bordó su titular con el siguiente pié de foto: “La mirada del asesino de una niña de tres años”. Nada de presunto, asesino. En Francia la publicación de esta foto es un delito. “Muere la niña quemada y violada”, dijo la prensa de Tenerife. Finalmente la autopsia dejó claro que la muerte de la niña fue consecuencia del accidente del columpio y Diego quedó en libertad.
El caso de Diego, de inocentes juzgados culpables por la opinión pública sin más argumentos que la lectura de una prensa poco profesional, no es nuevo. Aún tenemos como reciente el caso de María Dolores Vázquez acusada del asesinato de Rocío Wanninkhof, pero finalmente declarada inocente. En su momento los vecinos intentaron agredirla, y si no lo consiguieron es porque la policía lo impidió, pues caso contrario M. Dolores, al igual que Diego, habría muerto a palos por una turba con deseo de linchamiento.
Manipular a la opinión publica con noticias no confirmadas, crear un clímax que culpabilice a quien aún está por juzgar es muy habitual es España, y no sólo sale gratis sino que además, luego, no hay que disculparse de haber metido la pata. Ballena Blanca, ciento de páginas publicadas en la prensa sobre el dado por seguro blanqueo de millones de euros de la mafia rusa. Se ha sobreseído esta conexión mafiosa, pero la prensa solo ofrece dos notitas informativas y asunto acabado; toda la mierda lanzada previamente contra los imputado en Ballena Blanca no merecen la mas minima disculpa o análisis.
Y en esto entro en Astapa. La operación fue en exceso espectacular. Policías armados y cubiertos con pasamontañas como si tratara de una montería contra peligrosos terroristas, ocupándose con esmero de que los imputados tuvieran su buena dosis de fotos y vídeos, mostrándolos esposados y humillados, dato cierto para los cándidos de que eran culpables. Luego vino la estancia de todos ellos, durante unos días, en calabozos inmundos, y por fin, apareció una prensa que desde el primer momento se inventó todas las barbaridades posibles contra los imputados, o bien filtró sesgadamente lo que le interesaba.
El secreto del sumario de la operación Astapa se ha cumplido a rajatabla, pero desde el primer día la prensa ha indicado que había tres cajas de cobros en el Ayuntamiento, la legal, la irregular y la directamente corrupta; ese fue el inicio de las falsas denuncias de Valadez y su compañera. ¿Cómo pudo precisar tanto la prensa?. ¿Fue telepatía o simple filtración de los acusadores para fomentar el linchamiento?. Continuando el linchamiento mediático se levantó parcialmente el secreto de sumario, pero no para señalar acusaciones concretas sino para permitir publicar de forma sesgada conversaciones telefónicas privadas, de cuyo contenido nadie puede defenderse, pues sólo pueden hacerlo en el juzgado, y éste, como todos sabemos, es más lento que el caballo del malo. Probablemente todo lo que ha ocurrido y que fomenta el linchamiento es legal, pero maldita la legislación que conculca los derechos humanos anulando de hecho la presunción de inocencia. Y penosos los periodistas que olvidan que su profesión tiene unos principios éticos que aborrecen la manipulación torticera de las noticias.
Damián Zamorano Vázquez
Publicado en Estepona Información el 5.12.200
Yo soy uno de los notarios detenidos -a mi mujer la estaban operando mientras me detenían- imputados y tras casi cuatro anuos, sobreseido libremente y, por ahora, ni siquiera "usted perdone".
ResponderEliminarJoaquin Crespo .
Yo también fui detenido.
ResponderEliminarNadie comenta que al menos POR EL MOMENTO, al comisario y al inspector jefe le han caído 18 meses de cárcel y que éste último acaba de salir de prisión y que en el pasado fue condenado por el Supremo e indultado posteriormente.
El tema aún traerá cola.