Estamos en plena depresión económica, a escala mundial, sin descartarse tenga la misma intensidad que la que siguió al crack bursátil de 1929. Aquella crisis se resolvió en las democracias occidentales con medidas inéditas de intervencionismo estatal, basadas en teorías de Keynes, y conseguidas en EEUU por el coraje político de Roosevelt (New Deal), y en Europa por un acuerdo tácito entre socialdemócratas y demócrata-cristianos de aunar progreso económico con redistribución de riqueza, implementando el llamado estado de Bienestar. Los resultados en los años 60 eran evidentes, una prosperas democracias de amplias y satisfechas clases medias.
La actual crisis económica, causada por la voracidad de especuladores financieros, y acentuada en España por el monocultivo del ladrillo, el más sensible a la quiebra bancaria, aun no sabemos como acabara. Se ha vuelto a resucitar a Keynes, fundamentalmente para vía intervencionismo estatal reflotar a los causantes de la crisis, los bancos y mercados financieros, y de forma secundaria para inyectar dinero que favorezca el consumo y evite legiones de parados sin ingresos, antesala de una revuelta social. Luego, afirman, se buscara un nuevo modelo productivo, aunque al menos yo no me entero en que consiste esto. Se espera que las medidas empiecen a obtener resultados, y los primeros indicios de un renacer en la economía se han bautizado como brotes verdes. Uno esperaría apreciar estos brotes como aumento del empleo, aumento de la actividad de la pequeña y mediana empresa, avances en la investigación y productividad por mejoras tecnológicas, mejor acceso al crédito de empresarios y particulares, y un largo etcétera. Pero el gran brote verde constatado no va por ese camino, va por repetir el modelo neoliberal fracasado, ricos cada vez más ricos, pobres, parados y mileruistas que se las arreglen como puedan. Así interpreto el único brote verde que he logrado detectar, la única iniciativa que sugiere una economía prospera, la contratación de dos emigrantes (Kaka y Cristiano Ronaldo) a precios fabulosos, ricos cada vez mas ricos, mientras parece se escondió en cubo de basura el brazo amputado de un emigrante pobre y sin papeles.
A nivel local el esquema de la crisis ha sido similar, un ladrillo que lo contaminada todo, que se ha venido abajo, y unos políticos que en vez de hormiguitas ahorradoras en época de bonanza, actuaron como cigarras despilfarradoras. En el caso de Estepona a la crisis del ladrillo se sumó la distorsión de Astapa, y se ha creado el peor escenario posible, pocos recursos, muchas deudas, y un incompetente equipo de gobierno que simplemente se dedica a sestear (cobrando por ello), y a esperar acontecimientos y, cuando algo hay que trabajar, a contratar estrellas sin curriculum, nuestros Kaka y Cristiano Ronaldo locales, para que se encarguen de los trabajos mas desagradables (por ejemplo mobbing), eso si a un precio reducido, “todos a 60.000”.
¿Brotes verdes en el Ayuntamiento de Estepona?. Me los imagino, un sólido equipo de gobierno que diseña un plan de saneamiento antesala de un plan de viabilidad a largo plazo de un Ayuntamiento sin la muleta del ladrillo, que deja Estepona limpia, segura, con calles asfaltadas, no levantadas, relanzando proyectos de gran calado (universidad, puerto deportivo, centro comercial, etc.), pero con hechos no con palabras, multiplicando las iniciativas para atraer el turismo y al inversor que aporta dinero y empleos, que no comisiones. Pero no se ilusionen, el único brote verde que he detectado es una vuelta a lo antiguo, demostrado que alguien no sabe hacer su trabajo actual, de alcalde, Valadez acaparará (se prevé, cuando escribo esto) las delegaciones de Urbanismo, Cultura, Hacienda y Educación, y en la Mancomunidad de la Costa del Sol, portavoz y responsable de las delegaciones de Parque Móvil y Playas. Un fenómeno, un enorme brote verde, una inmensidad de ese color: el increíble Hulk
Damián Zamorano Vázquez
Publicado en Estepona Información el 20.6.2009
sábado, 20 de junio de 2009
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