sábado, 24 de abril de 2010

Catástrofes

El miércoles 14 de abril partimos por la noche un grupo de españoles invitados para participar en Copenhague en un simposium médico. La actividad científica se realizó el jueves, y teníamos previsto regresar el viernes a primera hora. En plena celebración de simposium la erupción por un volcán islandés de una inmensa nube de cenizas obligó a cerrar el espacio aéreo del norte y centro de Europa. Quedamos incomunicados. A todos nos urgía regresar por nuestras actividades laborales. Las noticias eran muy confusas. No se cerraban los aeropuertos por un tiempo concreto, se cerraban por unas horas, y luego se prorrogaba el cierre, y así de forma repetida e indefinida, dejándonos sin saber a que atenernos. Pero por información obtenida en Internet, sobre todo de la BBC inglesa, nos dimos cuenta que la situación era grave y el cierre de los aeropuertos podía prolongarse bastantes días: inviable para nuestras necesidades. Como tantos otros miles de afectados intentamos buscar métodos alternativos de repatriación. En el aeropuerto sólo te decían, de forma amable, que siguiéramos desde el hotel los comunicados de las autoridades, que no podían ayudarnos en nada. Buscamos pasaje en trenes de largo recorrido, pero tras colas interminables en las ventanillas de información nos dijeron que las listas de espera eran de al menos de varias días, y obtener combinaciones adecuadas hasta las ciudades de destino pura aventura. Además, en toda Dinamarca no había un coche o autobús de alquiler disponible. En definitiva el regreso parecía imposible.

Pero nuestra situación era de puro privilegio. Los organizadores del simposium médico se hicieron cargo de nuestro problema, y lograron, proeza increíble, fletar un autobús que se desplazó desde Francia para recogernos y trasladarnos, durante treinta horas de viaje en carretera, hasta el aeropuerto de Barcelona, y desde ahí cada cual voló a su ciudad de residencia, a donde llegamos ya el martes por la mañana. Como inciso, he de reconocer el extraordinario y duro trabajo de los conductores del autobús. Si todos supieran cumplir sus obligaciones como ellos lo hicieron no habría que preocuparse del porvenir de España ni de Estepona, y cuando digo todos, digo todos, conductores de autobuses, médicos, notarios, funcionarios, alcaldes y concejales.

Los tres días que pasamos involuntariamente en Copenhague se hicieron molestos e interminables, como ocurre siempre que deseas abandonar una ciudad, incluso un paraíso. En tres días te das cuenta de lo mal que se come fuera de España, y de que cinco grados de temperatura puede ser aceptable con un poco de abrigo, pero insufrible si el abrigo es sólo eso, poco, y sopla un viento atroz que magnifica el frío.

Pero la nuestra fue una aventura de privilegiados. La gente que conocimos lo estaba pasando mal, y no sólo por la incertidumbre del regreso, con los problemas laborales y familiares que esto implica, sino también por el fuerte varapalo económico que les suponía tener que prolongar la estancia durante días en una ciudad cara como Copenhague, y sin ningún tipo de ayuda. Me imagino que el drama sería aún peor para turistas atrapados en lugares lejanos como Asia o Hispanoamérica. Hablo de varios millones de afectados, y sirvan estas líneas para denunciar la actitud pasiva de las autoridades por no intentar resolver de forma eficaz y rápida el problema. Los que por el cierre del espacio aéreo no pueden iniciar sus vacaciones o viajes de negocio pierden poco, pero es inadmisible tantas personas atrapadas fuera de su domicilio, que cuando preguntan como resolver su problema solo reciben buenas palabras, en vez de buenos trenes, autobuses y barcos habilitados de forma inmediata para su repatriación.

Para colmo llego a Estepona y me encuentro con otra catástrofe, esta vez no natural sino provocada por la mano insensata del hombre: Valadez candidato del PSOE a las elecciones municipales. Me dan ganas de volverme a Dinamarca.

Damián Zamorano Vázquez

Estepona Información. 24.4.2010

viernes, 23 de abril de 2010

La chica de Ipanema

Recientemente Felipe González usó una metáfora para definir su modelo de Estado ideal, al que bautizó como el Estado Ipanema, en referencia a la famosa playa de Río de Janeiro: “Cuando paseo por esa playa veo unos cuerpos sin una gramo de grasa, pero a ninguno logro verle los huesos; ese Estado me gusta, flexible, sin un átomo de grasa, pero no esquelético”.

El fuerte crecimiento económico de España en los últimos decenios ha permitido acercarnos al modelo europeo de altos gastos sociales, para permitir el llamado Estado de Bienestar, sostenido por impuestos en consonancia. Paralelamente la administración pública ha crecido de forma desmesurada, fundamentalmente a nivel de autonomías y ayuntamientos. La bonanza económica permitió a todos, Estado e individuos, vivir como nuevos ricos, y si gastaban más que ingresaban, no importaba mucho, las facilidades para endeudarse eran pasmosas.

La crisis ha roto el engaño colectivo: no somos ricos. Es más, estamos endeudados hasta las cejas. El primer gran problema a resolver es el paro, y solo porque destroza a las personas, sino también porque los parados no crean recursos, los consumen, y es imposible mantener el Estado de Bienestar y las finanzas públicas con elevadas tasas de paro. Urge además diseñar un modelo económico y social sostenible, pero hay más dudas que certidumbres sobre lo que debemos y podemos hacer. Relaciones laborales, sostenibilidad del modelo sanitario, pensiones, niveles de impuestos y su progresividad, eficiencia de los mecanismo de redistribución de riqueza, son estas una parte de las múltiples cuestiones que tendremos que redefinir si España no quiere un futuro problemático.

En lo que muchos estarán de acuerdo es que en la administración pública se derrocha demasiado, tanto por realizar actividades no justificables como de interés público, como por la existencia de amplias bolsas de funcionarios en exceso, no productivos o con altos índices de absentismo. Independientemente de la repercusión económica, es inmoral no luchar de forma activa contra la ineficacia. El dinero público es sagrado, y solo debe utilizarse en lo necesario, y de la forma más productiva posible. Sobre todo en época de crisis los sufridos contribuyentes, a los que tanto trabajo les cuesta llegar a fin de mes, no pueden tolerar el despilfarro de sus impuestos.

Y esto tratamos de Estepona. No os engañemos, el principal problema de su Ayuntamiento es el exceso de plantilla, y que hay actividades que no deberían realizarse, y muchas mal gestionadas, cualquier empresa privada ofrecería mejores servicios a mucho menor coste. Lo que no sé es como puede solucionarse este problema estructural, y desde luego los partidos políticos no ayudan creando opinión, no hay quien le ponga el cascabel al gato.

El Ayuntamiento de Estepona es lo contrario de la chica de Ipanema, le sobra grasa por todos lados, y le falta músculo, dicho de otro modo, mucho gasto, muchos impuestos, para malos servicios. Su obesidad probablemente ya es mórbida, y puede no se arregle con una simple dieta de adelgazamiento y requiera algo más drástico, como cirugía bariátrica.

En inadmisible que el Ayuntamiento de Estepona, a pesar de los altos impuestos, gaste más que lo que ingresa. Es inadmisible que el equipo de gobierno no haya aplicado ningún plan de saneamiento: ni siquiera lo ha diseñado. Es inadmisible que no se le explique con claridad a la ciudadanía la situación económica y las posibles soluciones, incluyendo a necesidad de realizar medidas impopulares.

Es inadmisible lo que ha ocurrido desde hace tantos años en Estepona, muchos malgastando el dinero público en beneficio privado. Y no hablo solo de posible corrupción, hablo también de pasotismo en la gestión, de incapacidad, y de considerar el Ayuntamiento como una inmensa vaca lechera con la que alimentar a los hermanos, de sangre o militancia, o con la que hacer tratos ventajosos desde la empresa privada. Así no va.

Damián Zamorano Vázquez

Estepona Informacion. 17.4.2010

sábado, 10 de abril de 2010

Los roedores de la derrota

De los líderes socialistas históricos guardo devoción, por su integridad personal, por Pablo Iglesias y Julián Besteiro, pero mi preferido es Indalecio Prieto. Tuvo una infancia pobre, por cometer el delito de ser hijo socialmente ilegítimo de un funcionario y la señora de la limpieza, pero a base de tesón, inteligencia y una capacidad de trabajo impresionante ocupó un destacado puesto en la política nacional. En dos ocasiones estuvo a punto de ser nombrado presidente del gobierno, pero en ambas el sector izquierdista de su partido, el PSOE, se lo impidió, pero Prieto combatía las derrotas con más tenacidad. Prieto fue también un adelantado a su tiempo desde la izquierda, y no concebía igualdad sin libertad (“soy socialista a fuerza de ser liberal”), y no olvidemos que en su tiempo lo que hacia furor eran los totalitarismos, fascistas o estalinistas.

En 1936 Prieto lució todo su ardor combativo para convencer al PSOE de una alianza con los republicanos, para evitar perder de nuevo las elecciones. Su postura era minoritaria, pero logro triunfar. En su campaña Prieto utilizo su periódico de Bilbao, “El Liberal”, para lanzar su programa de acción política, en una serie de cinco artículos bajo el encabezamiento de “posiciones socialistas”. Uno de los artículos se titulaba “Los roedores de la derrota”, y su titulo ha motivado mi reflexión semanal.

No quiero hablar de victorias o derrotas electorales, eso está aun fuera de programa. En lo que quiero incidir es que una de las mejoras noticias para Estepona es que los partidos políticos presenten unas listas electorales con las personas mas capacitadas, y que para ello realicen la regeneración que fuera precisa, sobre todo el partido localmente mas dañado, el PSOE.

Al PSOE, como a todos los partidos, se le ha de pedir ideología, proyectos y equipos. Vayamos por partes, como diría “Jack el Destripador”.

La ideología progresista en lo que mas se parece hoy día es a un republicanismo cívico como el preconizado por Philip Pettit. Se trata de buscar la igualdad, al menos de oportunidades, pero dentro de la libertad y el reconocimiento al esfuerzo y al merito. Se trata de ayudar a los más necesitados, sea por justicia social o por pura dignidad. Pero se trata también de considerar al ciudadano como un igual, no como un súbdito, y esto exige su participación en la toma de decisiones, y sobre todo que sea tratado como un adulto responsable, también en la información que se le suministra. El PSOE de Estepona no informa, hace propaganda, y de la mala. Se parece al Nodo y a los discursos de los hermanos Castro.

Los proyectos solo son creíbles si la gestión actual es acertada. Después de casi dos años de desgobierno Valadez aun no ha presentado ningún plan de saneamiento, y las únicas inversiones realizadas son por organismos supramunicipales. Para ser sinceros, el único proyecto acorde con las capacidades del alcalde es que, visto lo visto, cerremos el Ayuntamiento y gobierne la Diputación. Igual de efectivo y más barato.

La búsqueda de equipos es de chiste. Primero se crea una gestora local del PSOE que es como la santísima quintidad, cinco personas distintas y un solo dios verdadero, Valadez, que no solo toma –usurpa- el poder absoluto del PSOE, sino que también obvia a cualquier otro sector socialista o mínimamente progresista que no le rinda pleitesía. Aislado socialmente, solo rodeado por su círculo de agradecidos acólitos, Valadez solo esta capacitado para continuar con su labor, hacer propaganda, de la mala.

Pero lo que me preocupa no es que estos roedores se estén cargando el PSOE de Estepona, ni que pierda estrepitosamente las elecciones, lo que más preocupa es la posible derrota –de todos- en conseguirse una opción progresista local que sepa, en el éxito o en la adversidad electoral, en el gobierno o en la oposición, representar dignamente ideales en los que aun muchos creemos.

Como dijo el gato Jinks: malditos roedores.

Damián Zamorano Vázquez
Estepona Información. 10.4.2010

sábado, 3 de abril de 2010

Sobre la seriedad

El que escribe este articulo, al igual que la mayoría de sus lectores, es persona seria y responsable, y como tal se comporta en su actividad profesional y en su vida social y privada. Solo pierde la seriedad en algunas veladas con los amigos, en los partidos de futbol, en carnavales, y votando a Chiquilicuatre como representante en algo tan poco serio como Eurovisión.

Cuando con seriedad analizo la política local en Estepona, no puede menos que lamentarme de la herencia de deudas y clientelismo que arrastra nuestro Ayuntamiento, gobernado en años por demasiados partidos, todos con sus cuotas de poder. No puedo menos que escandalizarme por la posible corrupción investigada por Astapa. No puedo menos que denunciar el desgobierno del mal llamado equipo de gobierno que, ante una situación difícil, se ha dedicado solo a esconder la cabeza ante los problemas, cual avestruz, eso si levantando la patita para seguir cobrando la nomina.

La misma seriedad con la que analizo el pasado y el presente me hace desear, de forma fervorosa, que el próximo equipo de gobierno, el que surja de las próximas elecciones, este formado por un cualificado equipo de personas que haga realidad buenos proyectos. Que gobiernen los mejores.

El PP ha movido ficha, presentado como cabeza de lista a un notario, con el beneplácito y colaboración de los militantes populares, que sufren la travesía del desierto que le impuso sus malos resultados en los anteriores comicios locales. No conozco al notario, pero me afirman es persona muy inteligente, un hueso duro de roer en una contienda electoral. También puedo afirmar, si mantienen en secreto mi reflexión, que no viene mal un notario en política local, es claro que no buscara ganar mas dinero en su actividad política que el que gana en la privada, y es claro que conoce bien al ley como para permitir que en el Ayuntamiento se gobierne, como desde hace muchos años, de irregularidad en irregularidad.

Pero el PP no es mi problema, mis sentimiento están en la izquierda, y en este sector donde debo luchar para conseguir lo mejor para todos, también para mi pueblo.

Plagio a Felipe González: primero mis ideas, luego mi país, luego mi partido.

Mis ideas, en el tema que nos ocupa, son claras, conseguir una candidatura de izquierdas con los mejores, y no hace falta haya notarios, incluso personas sin estudios pueden ser tremendamente inteligentes, honrados y eficaces. Lo que si es claro es que una candidatura de izquierdas debe incluir a los mejores, y representar no solo a las clases populares, sino también a las clases medias, autónomos y empresarios. Pero mis esfuerzos, la mejor candidatura posible dentro del PSOE, pueden truncarse de forma definitiva si Valadez se consolida como líder del PSOE de Estepona, y cabeza de lista en las elecciones. En esta tesitura mis ideas aconsejan crear un partido socialista local alternativo, pero es un gran esfuerzo para el que probablemente no disponga de tiempo, y esta opción en lo esencial no depende de mí sino de otros.

¿Qué hacer si fracasan mis ideas?. Si no hay una candidatura de izquierdas medianamente creíble, si mi partido persiste en las afirmaciones para descerebrados recientemente formuladas por Susana Radio (“hemos regenerado el partido, abriendo una nueva etapa de cercanía y proximidad a la sociedad de Estepona, mientras que desde el Ayuntamiento trabajamos a diario por la estabilidad política del municipio y su recuperación económica"), si mi seriedad y responsabilidad es insultada de forma tan grave, sin tengo por lealtad a mi partido que traicionar a mi país (Estepona) apoyando a nuestro chiquilicuatre de turno, David Valadez, si todo esto ocurre, solo me cabe preguntar: señor notario, ¿cuál es su programa y su equipo?.

También podría callar para siempre, pero no merecen mis muchos años de militancia en la izquierda que traicione a mis ideas, apoyando indirectamente, con el silencio, un PSOE liderado por Valadez.

Damián Zamorano Vázquez
Estepona Información. 3.4.2010