sábado, 11 de febrero de 2012

La alegre juventud

La mejor manera de no hacerse viejo y gruñón es rodearse de jóvenes, que siempre aportan frescura y vitalidad. Pero todo tiene un pero, y lo más negativo de algunos jóvenes, sobre todo adolescentes, es cuando sin conocimientos ni experiencias súbitamente se sienten depositarios de cualquier verdad y tercamente mantiene sus convicciones independiente de cualquier raciocinio. A esta anomalía juvenil no hay que darle mayor importancia pues se cura en pocos años.

Ante un PSOE en momentos muy bajos el 38 Congreso del partido socialista, celebrado en Sevilla el pasado fin de semana, despertó una inusitada expectación, diría de propios y extraños. Estaba convencido de que ganaría el congreso Carme Chacón, quien mejor representaba la frescura y vitalidad que requiere un cuerpo alicaído, pero para mi alegría finalmente ganó Rubalcaba.

Zapatero también era joven cuando tomó el mando del PSOE, y como joven tuvo lo mejor y lo peor. Lo mejor fueron sus valientes propuestas a favor de las libertades civiles, y su inequívoco espíritu socialdemócrata. Lo peor fue la inexperiencia y la terquedad de adolescente que resultarían desastrosos cuando tuvo que enfrentarse a la crisis económica. Zapatero maduró a adulto, casi a viejo, súbitamente un fin de semana de mayo del 2010, desgraciadamente para novicio con Merkel como mentora, y sobre este otro Zapatero la historia juzgará, adelantando por mi parte mi reconocimiento a su sacrificio personal por el bien común.

Carme Chacón era la actualizada versión de Zapatero, decisión y juventud, cambio y vitalidad, sangre fresca para revitalizar a un anémico PSOE. No es de extrañar que muchos militantes del PSOE se alinearan esperanzados con la candidata, e incluso Griñán –inexperto en el politiqueo- dicen que se dejó seducir por los cantos de sirena que le aseguraron que era el fresco empuje de Chacón lo que podría salvar las elecciones a la Junta de Andalucía.

Un problema para Chacón fue que a aguas revueltas se le acercaron demasiados pescadores a la búsqueda de ganancias. No podían prestigiar su candidatura el apoyo de dirigentes locales (prefiero no dar nombres), sin oficio ni beneficio conocido, salvo vivir de la política, tan expertos en el arte de la impostura como para aplaudir frenéticamente a la candidata cuando hablaba de potenciar la democracia interna y participación en el PSOE. Textual, como lo leen.

El discurso de Chacón fue en las formas un desastre, para mi gusto. Hizo un mitin a base de gritos, y continuas repeticiones de la ultima frase para incitar el aplauso continuo. El problema es que la audiencia no era la de entregados hooligans que van solo a cargarse de adrenalina oyendo lo que quieren oír, sino todo lo contrario, la audiencia era ni mas ni menos que el aparato del partido, la crema de la crema, que se concentraba para un tema tan serio como es decidir el futuro de la socialdemocracia en España.

El fondo, el discurso en sí, fue muy bueno, demasiado bueno para ser creíble, demasiadas verdades y detalles, y me sonaron a esas verdades de adolescentes que ya cité. No niego que para enfrentarse al omnipresente PP pueda parecer conveniente una enmienda a la totalidad, o al menos es lo que mas ánimos da al militante, pero no creo que funcione el invento. La situación de España es muy mala, recordemos el paro y la recesión, y todo puede empeorar si se lía la gorda en Siria e Irán. En esta coyuntura incierta, y quizás grave, me inspira más confianza la experiencia y solvencia de Rubalcaba, su llamada a una oposición útil, colaborando en lo necesario, beligerante para que la derecha no traspase líneas rojas. Ahora se abre un periodo para saber hacer oposición, y para librar el PSOE de los vicios adquiridos. Dentro de 2-3 años es cuando procede concretar los programas y los candidatos a elecciones. En este tiempo pueden haber cambiado muchas cosas, en el PSOE y en España, a bien o mal, ya veremos y ya decidiremos.

Damián Zamorano Vázquez
Estepona Información. 11.2.2012

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