sábado, 31 de diciembre de 2011

Mirar al toro de frente

Cuando ustedes lean este articulo conocerán los recortes presupuestarios aprobados por el gobierno de Rajoy en el consejo de ministros del último viernes del año. Sabrán por fin si las duras medidas previstas se aplican de una vez, o se harán en cómodos plazos, retrasándose hasta después de las elecciones andaluzas la catarsis final.

Convendría nos comportáramos como adultos mirando al toro de frente, dejando de echar balones fuera culpando en exclusiva como responsables de la crisis económica a los demás, sean los codiciosos financieros o los ineptos políticos. La crisis económica es el resultado directo de la globalización, que ha permitido un crecimiento espectacular de los muy poblados países emergentes, mientras muchos países desarrollados no se adaptaban al nuevo marco económico mundial. España ha salido especialmente perjudicada por su condición de nuevo rico, pagando la novatada de esta inédita condición al vivir gastando ampliamente más de lo que producía gracias a un crédito muy barato tras la creación del euro.

Consumada la crisis puede haber discusiones en los detalles, pero no en el fondo. Se exige sin más un doble ajuste, presupuestario (gastos igual a ingresos) y de modelo productivo, dependiendo nuestra prosperidad futura de que seamos capaces de competir vía innovación con los países emergentes en un mundo globalizado.

Consumada la crisis, algunos países no han tenido capacidad alguna de reacción, y han sido directamente intervenidos por los acreedores, como es el caso de Portugal, Irlanda y Grecia. En Italia los partidos políticos han actuado con cobardía inaudita, prefiriendo un gobierno de banqueros y tecnócratas antes que asumir los políticos sus responsabilidad y dirigir los ajustes necesarios.

Personalmente me siento orgulloso de la reacción española. La nuestra es una democracia joven pero extraordinariamente madura. El PSOE de Zapatero supo estar a la altura de las circunstancias, y hacer los ajustes que había que hacer, sabiendo que era un suicidio electoral, pues la opinión publica progresista no podía estar de acuerdo con las medidas tomadas, aun intuyendo que no había alternativas. Me parecen lamentables por hipócritas los manifiestos socialistas contras las medidas de ajuste del gobierno de Zapatero, firmados por quienes gestaron con él estas medidas, en un ejercicio innoble de impostura.

El electorado español ha dado amplia mayoría al PP, intuyendo –sin conocer los detalles- que impondrá dolorosas medidas para permitir la viabilidad de nuestra economía, y este es un nuevo ejercicio de responsabilidad de nuestra ciudadanía.

Estoy convencido de que saldremos reforzados de la crisis. Estoy convencido de que los ciudadanos aceptarán –protestando- los ajustes, y de que los partidos políticos estarán a la altura de las circunstancias. Al PP le corresponde huir de los extremismos, repartir de forma ecuánime los costes de la crisis, y dejar aparcadas sine die las extravagancias fundamentalistas neoliberales. El PSOE virará a la izquierda, como corresponde estando en la oposición, pero también estoy convencido de su madurez y lealtad al país, sabiendo bien defender que no se traspasen líneas rojas contra la cohesión social, pero sin dejarse arrastrar por un fundamentalismo de izquierda mezcla de demagogia e ignorancia.

Estas reflexiones optimistas las aplico también a Estepona, pues coincido con nuestro alcalde en que remontaremos pronto el vuelo. Penoso es que algunos como Valadez crean que a alguien –salvo al juzgado- le interese la defensa de su mísera gestión, y penoso también quienes despotrican por no tener el protagonismo que creen merecer.

Una generación luchó por la democracia y la prosperidad, y logró ambos objetivos. El año 2012 será difícil, pero corresponde hacer lo que hizo aquella generación, sacrificarse y luchar para salir de la crisis y dejar un horizonte despejado a nuestros hijos. Es responsabilidad de todos.

Damián Zamorano Vázquez
Estepona Información. 31.12.2011

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