sábado, 3 de diciembre de 2011

Tiempos difíciles

Cuando al desayunar leo los titulares de prensa sobre la situación económica me preocupo. Cuando ya por la tarde, con más tiempo, profundizo en el tema, leyendo en Internet las opiniones de los economistas profesionales, entonces me aterro. Cuando antes de dormir consulto con mi almohada y me doy cuenta de la inmadurez político-cívica de mi país, entonces duermo con pesadillas.

Respecto a cómo salir de la crisis, confieso que solo sé que no sé nada. Prestigiosos economistas keynesianos, encabezados por los premios Nobel Krugman y Stiglitz, aseguran que la senda de la austeridad es el camino al suicidio económico y social, y que solo con políticas expansivas públicas que estimulen la inversión y el consumo podremos salir de la crisis, estimulando el crecimiento económico y por tanto creando empleo e ingresos a las maltrechas arcas públicas. Angela Merkel dice que nanay de la china, primero hay que pagar lo que se debe, y además esta austeridad virtuosa será bendecida por los mercados en forma de generosos inversionistas y préstamos a bajo interés, y en tres días se acaba la crisis. Rajoy dice estar en la línea de Merkel, pero a los economistas incluso liberales no se les escapa que, o disminuyen la dosis de ese purgante llamado austeridad, o los pacientes –España y el euro- fallecen tras el despeño diarreico.

Otra cuestión es quien va cargar con los costes de la crisis. Es evidente que lo harán los pobres y las clases medias, sea cual sea el escenario, pero interesaría saber si los ricos también pagarán algo, o simplemente aprovecharán las crisis para hacerse aún más ricos. Rajoy lo primero que ha hecho tras su victoria es reunirse con banqueros y grandes empresarios, y para cualquier alma cándida es lo lógico, son los dueños del dinero y del empleo, y por tanto son los primeros a convencer de su colaboración. Me malicio que le sale más natural a Rajoy meter un camello por el ojo de una aguja que subir los impuestos a los ricos.

Algunos analistas prevén una fuerte contestación social cuando Rajoy exponga sus medidas de recortes y reformas. Tengo mis dudas, pero desde luego el PP se ha ganado a pulso los feos adjetivos que recibirá por su demagógica actitud en los últimos años.

Por una parte el PP ha sembrado odios por puro interés partidista. Es lógico que esté en contra de la gestión de Zapatero, y se puede ser muy crítico con él, pero para eso no hace falta perder la educación. Las gruesas palabras contra los socialistas son de cara a la galería – que luego todos toman cañas juntos-, pero han calado en muchos españoles que han hecho bandera de ese odio visceral al oponente, como puede comprobarse en cualquier conversación en el mercado o en el bar. Cuando el PP tenga que aplicar medidas dolorosas el odio será contra ellos, y solo pido que los socialistas de bien –que los hay, y muchos- no caigamos en esta trampa de aumentar la crispación de forma artificial para mejor beneficio electoral.

El otro error del PP, que ha compartido con el PSOE, ha sido su negativa a la labor pedagógica que deberían tener los políticos, explicando a la ciudadanía la verdad de lo que ocurre. Para salir de la crisis habrá que pagar un alto precio, da lo mismo que gobierne el PP o el PSOE, pero el PP ha convertido todo en una lucha entre buenos y malos, y esto es una simpleza para consumo de simples.

Yo me hubiera enfrentado a estos tiempos difíciles simplemente dejando claro a ciudadanía dos cosas:

1.-Cada cual debe hace lo mejor posible su trabajo, o no tendremos futuro como país; es decir, responsabilidad social o miseria.

2.- Sean cuales sean las circunstancias y la dureza de las medidas a tomar, ningún español será abandonado a su suerte, la pobreza nunca estará subordinada a consideraciones macroeconómicas.

Espero que la mayoría de los españoles estén a la altura de los tiempos difíciles que se avecinan, lo que equivale a decir que sean mejores que sus políticos.


Damián Zamorano Vázquez

Estepona Información. 3.12.2011

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