sábado, 31 de diciembre de 2011

Mirar al toro de frente

Cuando ustedes lean este articulo conocerán los recortes presupuestarios aprobados por el gobierno de Rajoy en el consejo de ministros del último viernes del año. Sabrán por fin si las duras medidas previstas se aplican de una vez, o se harán en cómodos plazos, retrasándose hasta después de las elecciones andaluzas la catarsis final.

Convendría nos comportáramos como adultos mirando al toro de frente, dejando de echar balones fuera culpando en exclusiva como responsables de la crisis económica a los demás, sean los codiciosos financieros o los ineptos políticos. La crisis económica es el resultado directo de la globalización, que ha permitido un crecimiento espectacular de los muy poblados países emergentes, mientras muchos países desarrollados no se adaptaban al nuevo marco económico mundial. España ha salido especialmente perjudicada por su condición de nuevo rico, pagando la novatada de esta inédita condición al vivir gastando ampliamente más de lo que producía gracias a un crédito muy barato tras la creación del euro.

Consumada la crisis puede haber discusiones en los detalles, pero no en el fondo. Se exige sin más un doble ajuste, presupuestario (gastos igual a ingresos) y de modelo productivo, dependiendo nuestra prosperidad futura de que seamos capaces de competir vía innovación con los países emergentes en un mundo globalizado.

Consumada la crisis, algunos países no han tenido capacidad alguna de reacción, y han sido directamente intervenidos por los acreedores, como es el caso de Portugal, Irlanda y Grecia. En Italia los partidos políticos han actuado con cobardía inaudita, prefiriendo un gobierno de banqueros y tecnócratas antes que asumir los políticos sus responsabilidad y dirigir los ajustes necesarios.

Personalmente me siento orgulloso de la reacción española. La nuestra es una democracia joven pero extraordinariamente madura. El PSOE de Zapatero supo estar a la altura de las circunstancias, y hacer los ajustes que había que hacer, sabiendo que era un suicidio electoral, pues la opinión publica progresista no podía estar de acuerdo con las medidas tomadas, aun intuyendo que no había alternativas. Me parecen lamentables por hipócritas los manifiestos socialistas contras las medidas de ajuste del gobierno de Zapatero, firmados por quienes gestaron con él estas medidas, en un ejercicio innoble de impostura.

El electorado español ha dado amplia mayoría al PP, intuyendo –sin conocer los detalles- que impondrá dolorosas medidas para permitir la viabilidad de nuestra economía, y este es un nuevo ejercicio de responsabilidad de nuestra ciudadanía.

Estoy convencido de que saldremos reforzados de la crisis. Estoy convencido de que los ciudadanos aceptarán –protestando- los ajustes, y de que los partidos políticos estarán a la altura de las circunstancias. Al PP le corresponde huir de los extremismos, repartir de forma ecuánime los costes de la crisis, y dejar aparcadas sine die las extravagancias fundamentalistas neoliberales. El PSOE virará a la izquierda, como corresponde estando en la oposición, pero también estoy convencido de su madurez y lealtad al país, sabiendo bien defender que no se traspasen líneas rojas contra la cohesión social, pero sin dejarse arrastrar por un fundamentalismo de izquierda mezcla de demagogia e ignorancia.

Estas reflexiones optimistas las aplico también a Estepona, pues coincido con nuestro alcalde en que remontaremos pronto el vuelo. Penoso es que algunos como Valadez crean que a alguien –salvo al juzgado- le interese la defensa de su mísera gestión, y penoso también quienes despotrican por no tener el protagonismo que creen merecer.

Una generación luchó por la democracia y la prosperidad, y logró ambos objetivos. El año 2012 será difícil, pero corresponde hacer lo que hizo aquella generación, sacrificarse y luchar para salir de la crisis y dejar un horizonte despejado a nuestros hijos. Es responsabilidad de todos.

Damián Zamorano Vázquez
Estepona Información. 31.12.2011

sábado, 24 de diciembre de 2011

La izquierda y los impuestos. 2

Como expliqué en el artículo anterior, la socialdemocracia ha aceptado la economía de mercado como fórmula más eficaz para generar riqueza. Por supuesto intenta reconducir el mercado de la forma más progresista posible: que sea sostenible, que sea honesto, que respete a los trabajadores, que actúe en beneficio de todos y no de unos pocos. Pero el mercado es el mercado, y tiene unas normas que si se violan, aun desde la buena voluntad, puede producir resultados fatales. Además la integración de España en el euro limita la capacidad local de actuar, impidiendo por ejemplo en este momento aumentar el gasto público para estimular el crecimiento, dado que ésta no es la decisión mayoritaria de Europa. Por último se necesita crecimiento económico para atajar el paro, y la competencia de la izquierda en este aspecto no la da la brillantez de su discurso, se mide por boletines estadísticos.

La izquierda se afana pues, como la derecha, en procurar que se cree riqueza, pero su lucha por la solidaridad y la igualdad obliga a redistribuir la riqueza, y esto se realiza fundamentalmente vía impuestos. Conozco poca gente que se queje de pagar impuestos, pero sí conozco mucha gente que lamenta el mal uso que se hace de sus impuestos, y creo que este tema explica por qué una nutrida proporción de las clases medias han rechazado la socialdemocracia. No nos engañemos, el alto nivel de impuestos de las sociedades avanzadas es un invento de la izquierda, y si ésta no es cuidadosa con su gestión simplemente la gente rechazará esta vía de redistribución de la riqueza, y se acabó la izquierda.

Primer problema: el fraude. Los impuestos de izquierdas son los directos y los progresivos, pagando más quien más tiene. El problema es que el fraude fiscal y la economía sumergida son tan potentes que incluso algunos prefieren, en caso de subir, que se suba el IVA, para que al menos contribuya el que consuma y no el de siempre, el único que no pueden defraudar, el que tiene una nómina.

Segundo problema: el despilfarro. Es inconcebible la enorme cantidad de dinero público que no se traduce en un bien o un servicio. Tener tanto incompetente en labores de gestión es un lujo que no nos podemos permitir.

Tercer problema: el subsidio no justificado. Redistribuir riqueza es promocionar y proteger a los más débiles, pero no mantener defraudadores. Eso es insolidario, como insolidario por fraudulento puede interpretarse tanto subsidio de paro pagado en la época de las vacas gordas, cuando había que importar a marchas forzadas millones de emigrantes pues faltaban manos para trabajar en España.

Cuarto problema: mala calidad de los servicios públicos. Para la izquierda es vital que servicios como sanidad y educación sean accesible a toda la población, y se trate igual a todos los usuarios, independiente de sus ingresos. Pero también es vital que estos servicios sean de calidad, pues en caso contrario las clases medias los abandonarán y pedirán el reintegro de sus impuestos para buscarse las habichuelas por su cuenta, y volveremos a una sanidad y educación para ricos, otra para menos ricos y por último, la beneficencia para pobres

Ser de izquierdas en el siglo XXI no es tener una bonita labia en los discursos, ni mucho menos ser campeón en la demagogia, ser de izquierdas es una mezcla de ser defensor de la solidaridad y la igualdad como valores irrenunciables, y a la vez ser sumamente competente, incluso a nivel técnico, en la gestión de lo público, tanto en impulsar el crecimiento económico como en saber gestionar lo más eficaz posible los impuestos que la sociedad ha decidido. Malgastar dinero público es un acto reaccionario. Hacer política desde la ignorancia es una irresponsabilidad. Al igual que los corruptos deben ir a la cárcel, los incompetentes nunca deben gestionar bienes públicos. Si la izquierda no se esmera en una gestión eficiente de lo público gestionarán los banqueros … ya han empezado.

Damián Zamorano Vázquez

Estepona Información. 24.12.2011

domingo, 18 de diciembre de 2011

Socialistas hoy

Esta mañana ha tenido lugar en el centro cívico de Málaga una asamblea de militantes críticos del PSOE para debatir la situación del partido y asistir a la presentación oficial de la corriente “Socialistas Hoy”.

“Socialistas Hoy” esta encabezada por un abogado de larga militancia socialista, José Aurelio Aguilar (Josele), que en su momento fue vicesecretario general del PSOE de Málaga.

Desde instancias oficiales del PSOE se había demonizado esta reunión (“El que no esté en esa línea y acuda este domingo a un debate estéril en el Centro Cívico es un irresponsable político”, dijo un cargo socialista el día anterior) por lo que puede asegurarse que todos los asistentes (muchos, el salón estaba abarrotado) eran verdaderos críticos (descontando espías). Asistieron antiguos pesos pesados del PSOE hoy en el ostracismo, pero los únicos protagonistas del acto fueron José Aurelio Aguilar y Diego Martín Reyes, como oradores, y por supuestos los que quisieron intervenir en el turno libre de palabras que se habilitó.

La reflexión mas importante fue animar a militantes y simpatizantes a dar lo mejor de si mismo para conseguir que el PSOE, con Pepe Griñan a la cabeza, gane las próximas elecciones autonómicas.

Pero era importante hacer autocrítica de la amplia derrota electoral del PSOE de Málaga en las elecciones municipales y nacionales. La crisis ha influido, pero la brutal perdida de votos progresistas (que, por cierto, no han ido a la derecha), refleja un peligroso distanciamiento del PSOE de las clases populares y medias de las que el PSOE nace, y a las que el PSOE pretende representar defendiendo sus interés.

Se requieren cambios para crecer –y yo añadiría para no hundirse- y no hay que esperar el cambio para cambiar, pues el cambio no es solo la meta, el cambio es también el camino para llegar a la meta.

La propuestas son de aplastante lógica: democratización del partido, listas abiertas, voto directo de los cargos, formulas de integración en las discusiones y decisiones de los simpatizantes, abrir el partido a la sociedad, captar e impulsar a los mejores, ser competentes, y por supuestos ética y honestidad como divisa innegociable. Sensibilidades ideológicas dentro de la familia socialistas hay muchas, unas mas a la izquierda y otras mas al centro, pero el referente común es de ser defensores de la solidaridad y la igualdad en la sociedad del siglo XXI. Añado de mi cosecha que si el PSOE no logra ser representante legitimo de las clases populares y medias, incluyendo las clases urbanas, el error no debe venir de la ciudadanía, sino de un aislamiento de la realidad del PSOE.

He salido contento de la reunión, pero personalmente me parece todo es demasiado doloroso por absurdo. Heredia y Conejo han fracasado de forma estrepitosa, y no por la perdida brutal de votos, es que se han cargado el partido en Málaga. Griñan debería de imponerse y decretar un alto el fuego. Griñan debería pedir a Heredia que dimitiera, se creara una gestora de consenso, y se aparcaran todas las diferencias, incluso las legitimas, para concentrarnos en las elecciones autonomicas. Desde luego esto no es incompatible con que desde ya en el PSOE seamos veraces, democráticos, competentes, integrados en la sociedad, honestos y éticos, y es que estos elementos para el cambio forman parte del ADN del PSOE desde su fundación en el siglo XIX

sábado, 17 de diciembre de 2011

La izquierda y los impuestos. Primera parte

La raíz del socialismo está en el análisis económico marxista: los propietarios de los medios de producción (los capitalistas) pueden abusar de la masa que carece de estos medios (el proletariado), apropiándose de gran parte de la riqueza obtenida en el proceso productivo (la plusvalía), perpetuándose la injusta estructura de clases, con los capitalistas cada vez más ricos y los trabajadores cada vez más explotados.

La solución a esta injusticia es bien simple: los trabajadores deben apropiarse de los medios de producción, creando una sociedad igualitaria que además sería infinitamente más prospera, pues la producción se orientaría de forma científica al beneficio de la humanidad y no de unos pocos. Tal acción tendría que ser violenta, pues los capitalistas no se dejarían arrebatar los medios de producción por las buenas, y se tendría que imponer –a la espera de un futuro idílico anarquista- la dictadura del proletariado para aniquilar a los saboteadores del proceso. Tal experimento social se realizo inicialmente en Rusia, luego en muchos otros países, y culminó en una sociedad esclavista, en la que un Estado represor y omnipresente se apropiaba de los beneficios del trabajo de toda la población, destruyó el bien más preciado del hombre –según un canto anarquista- que es la libertad, y además el modelo económico se mostró que era inviable, culminándose, tras constatarse el fracaso, con el giro radical al capitalismo salvaje en los países más importantes donde había triunfado este experimento social: Rusia y China. Aún quedan caricaturas residuales de la degradación estalinista en Cuba, pero al invento le queda de duración lo que dure la vida de dos hermanos ancianitos.

Contrario a esta acción socialista revolucionaria, en Europa occidental, donde estaban los países capitalistas avanzados, se impuso un modelo socialista moderado, que aceptaba las reglas del juego de la democracia, y que vino a llamarse socialdemocracia. Pretendía transformar la sociedad de forma progresiva, domesticando desde dentro al monstruo, e ir dulcificando poco a poco el capitalismo hasta superarlo. Dado que el terreno de juego del capitalismo es el mercado, la estrategia de la socialdemocracia era transformar el mercado corrigiendo sus defectos, y en esa tarea se aplicó.
Fiel a su raíz socialista la socialdemocracia también intentó, cuando obtuvo poder, tomar el dominio público de los medios de producción, al menos en la banca, transporte, energía y otros sectores estratégicos. Pero estas nacionalizaciones fracasaron y, a veces con convencimiento, a veces con resignación, la gestión de todos estos sectores fue devuelta al mercado, incluso en lo posible procurándose la desregulación y la competencia para conseguir la mayor eficiencia productiva, de acuerdo con las reglas sencillas del mercado.

Otra forma de colectivizar los medios de producción era impulsar las cooperativas de trabajadores, y aún es un modelo propuesto por defensores de las esencias socialistas. El problema es que como modelo cooperativista potente a nivel mundial solo puede citarse la experiencia de Mondragón, lo que hace sospechar que las cooperativas fracasan cuando compiten en el mercado, presumiblemente por carecer del elemento dinamizador del mercado, el empresario. Si la corporación Mondragón ha triunfado hay que atribuirlo a que los vascos son de otra pasta, con las genes necesarios y en proporción correcta para emprender y cooperar.

La socialdemocracia se aplica a muchas tareas, pero desde el punto de vista económico su misión de transformar la sociedad en busca de la igualdad y la justicia social se centra fundamentalmente en la redistribución de la riqueza vía impuestos, aceptando cada vez más, para generar riqueza, las reglas del mercado capitalista. Pero si no se genera riqueza no hay reparto, y esta es la causa de la profunda crisis actual –en ideas y programas- de la socialdemocracia. Continuará.


Damián Zamorano Vázquez
Estepona Información. 17.12.2011

sábado, 10 de diciembre de 2011

De como Tomas Gomez sera secretario general del PSOE

A mi me parece que la evolución política en España será calcada a la que sufrió el Reino Unido

. La crisis de 1973 mostró las debilidades de la izquierda (el laborismo) británica: en la crisis el Estado de Bienestar es difícil de gestionar (sin ingresos no hay reparto), y además todo sistema con los años genera abusos e ineficacias que hay que reconducir, y esto lo hace mejor la oposición

. En este contexto una política neoliberal conservadora pura y dura, de nuevo cuño, Margert Tatcher conquista el poder en 1979 y mantiene la hegemonía conservadora durante muchos años, hasta 1997

. En un primer momento los laboristas viran a la izquierda, alejándose cada vez mas de los deseos de la opinión publica, cosechando repetidos fracasos electorales

. Coincidiendo con el lógico desgaste conservador (después del estrés todos quieren calma) un político laborista atípico, Toni Blair, inventa la llamada tercera via, en esencia un viraje del laborismo a la derecha, adaptando la ideología a los estudios sociológicos que mostraban los deseos de las amplias clases medias. Blair arrasa en el 1997 y se mantiene la hegemonía laborista hasta la actual crisis de 2008.

. Blair es odiado por la mayoría de la izquierda española, y tienen como excusa su contribución a la guerra de Irak, pero eso nada tiene que ver con el fondo de su tercera via, sobre la que hay menos argumentos de peso en contra, salvo los mas radicales. No ayuda que Tatcher dijera que Blair había sido su mejor alumno, lo cual no es del todo incierto si se entiende como alumno a alguien que es capaz de conectar con los deseos mayoritarios de la población incluso traicionando dogmas izquierdistas


En España:

. La crisis del 2008 deja al descubierto las debilidades de la socialdemocracia (lo explicaré en un articulo en Estepona Información), e imposibilita al PSOE de forma objetiva, haga lo que haga, mantenerse en el gobierno.

. Un político atípico Rajoy logra pues gobernar con mayoría absoluta. Rajoy es muy atípico, no levanta pasiones, no se le conoce ideología definitiva salvo un deje demócrata-cristiano si eso fue ideología, pero era el político del momento. La alternativa neoliberal, Esperanza Aguirre, la digna heredera de Aznar, no era viable, pues la sociedad española esta aun algo virada a la izquierda.

. Con el triunfo del Rajoy preveo que en el PSOE gane el giro a la izquierda que en cualquier caso sale gratis pues sin gobernar se puede decir lo que se quiera. Para ello hay que desprestigiar a los moderados del PSOE, a los comprometidos con el Zapatero de las medidas de austeridad, entre ellos Rubalcaba, y como mentores Felipe Gonzalez, Almunia y Solana entre otros. Si este desprestigio gana adeptos de forma mayoritaria, y en esto se aplicaran cada vez mas, el próximo secretario del PSOE será Tomas Gómez.

. Con este giro a la izquierda el PP cosechara mayorías absolutas durantes bastantes años, hasta que de nuevo surja en el PSOE otra tercera via que aparque los dogmas y pregunte a las amplias clases medias (que incluye la mayoría de la clase trabajadora) que modelo social quieren. No tengo ni idea de cómo será la situación social en ese momento, pues los cambios son tan vertiginosos que es impredecible hacer pronósticos, pero en esencia será lo de siempre: tras el estrés se deseara calma.

Resumen de mi pronostico: Tomas Gómez secretario general del PSOE, y larga vida al PP gobernando

La segunda transición

La transición española se inició con la reinstauración de la democracia, y culminó con la integración europea bajo el largo gobierno de Felipe González. La etapa de Aznar supuso una simple continuación del proceso, aplicando las medidas económicas necesaria para el ingreso en el euro.

En el momento actual se ha comprobado que la integración económica en Europa ha resultado fallida, y solo cabe salirse del euro, con un coste impredecible, o aceptar las reglas del club. En este contexto España se enfrenta a una segunda transición, con el reto fundamental de cambiar nuestro modelo productivo.

Siendo estudiante universitario, en los efervescente años 70, quedé cautivado por un libro de la escritora marxista Marta Harnecker: “Los conceptos elementales del materialismo histórico”. Era un librito fácil de entender, y suponía el equivalente de la piedra filosofal de la alquimia, en este caso entendidos los conceptos se tenía la prodigiosa facultad de poder opinar de todo, de lo más simple a lo más complejo, sin necesidad de ulteriores estudios o consultas. Transmutaba de forma mágica la ignorancia o el atrevimiento en una opinión cierta sin discusión alguna.

Tardé poco en curarme de este sarampión de simpleza mental, y con los años he aprendido aún mucho más que todo tiene ventajas e inconvenientes, que una opinión formada es un complejo conocer, balancear y finalmente concluir. Esto no supone escepticismo, pues la conclusión final puede ser muy firme, pero solo es fundada si se evitan los tramposos atajos.

Al igual que en la primera, en esta segunda transición se deben tomar decisiones controvertidas, y esto creará agitación, no sé si en la calle, pero sí seguro en nuestra mentes, y convendría tener unas herramientas apropiadas para poder elaborar y culminar nuestras opiniones con criterio.

Lo primero para poder opinar es estar informado, y esto es hoy día más fácil gracias a esa inmensa enciclopedia viva que es Internet. Luego ayudaría conocer la opinión de otros, pero este punto topamos con el arraigado sectarismo mental de políticos, medios de comunicación y grupos de presión. Ni siquiera ayuda demasiado la opinión de profesionales del tema, por ejemplo de economistas, que por motivos que mi ignorancia me impiden comprender discuten sin rubor en la supuesta interpretación científica de los problemas y las soluciones.

He decidido pues volver a la cuentas de la vieja, y preparar mis propias herramientas para poder analizar las controvertidas decisiones que pronto inundaran los medios de comunicación y agitarán mentes y almas de los ciudadanos.

Mi punto de partida es que aunque a corto plazo el principal problema de España es el paro, a largo plazo nuestra viabilidad como país prospero depende de aumentar la eficiencia y la productividad, tanto en el sector publico como privado. Si solo existiera Europa el problema no sería tan grande: Alemania fabricaría coches obteniendo elevadas plusvalías, y nosotros nos dedicaríamos a servir cerveza a los turistas alemanes, y a cultivarles tomates. Pero en un mundo globalizado ni siquiera vale este resignado servilismo, si no mejoramos la competitividad de nuestra económica, incluso otros países mas productivos pueden hundirnos el turismo y la verduleria.

Las medidas que mejoren nuestra eficiencia económica me parecerán pues adecuadas, pero con dos condiciones. La primera, que no deterioren la cohesión social, entendida esta como que las personas decentes, honradas y trabajadoras puedan llevar una vida digna y feliz. La segunda condición es no aceptar medidas que simplemente permitan beneficios desproporcionados y antisociales de los grupos de presión y poder, sean políticos, banqueros, empresarios, sindicatos, obispos, vagos o simplemente corruptos.

Resumiendo, lo fundamental es hacer la tarta, para lo que hay que trabajar duro, pero simultáneamente hay que procurar un reparto justo de la tarta, y no que se la coman los de siempre.

Damián Zamorano Vázquez

Estepona Información. 10.12.2011

sábado, 3 de diciembre de 2011

Tiempos difíciles

Cuando al desayunar leo los titulares de prensa sobre la situación económica me preocupo. Cuando ya por la tarde, con más tiempo, profundizo en el tema, leyendo en Internet las opiniones de los economistas profesionales, entonces me aterro. Cuando antes de dormir consulto con mi almohada y me doy cuenta de la inmadurez político-cívica de mi país, entonces duermo con pesadillas.

Respecto a cómo salir de la crisis, confieso que solo sé que no sé nada. Prestigiosos economistas keynesianos, encabezados por los premios Nobel Krugman y Stiglitz, aseguran que la senda de la austeridad es el camino al suicidio económico y social, y que solo con políticas expansivas públicas que estimulen la inversión y el consumo podremos salir de la crisis, estimulando el crecimiento económico y por tanto creando empleo e ingresos a las maltrechas arcas públicas. Angela Merkel dice que nanay de la china, primero hay que pagar lo que se debe, y además esta austeridad virtuosa será bendecida por los mercados en forma de generosos inversionistas y préstamos a bajo interés, y en tres días se acaba la crisis. Rajoy dice estar en la línea de Merkel, pero a los economistas incluso liberales no se les escapa que, o disminuyen la dosis de ese purgante llamado austeridad, o los pacientes –España y el euro- fallecen tras el despeño diarreico.

Otra cuestión es quien va cargar con los costes de la crisis. Es evidente que lo harán los pobres y las clases medias, sea cual sea el escenario, pero interesaría saber si los ricos también pagarán algo, o simplemente aprovecharán las crisis para hacerse aún más ricos. Rajoy lo primero que ha hecho tras su victoria es reunirse con banqueros y grandes empresarios, y para cualquier alma cándida es lo lógico, son los dueños del dinero y del empleo, y por tanto son los primeros a convencer de su colaboración. Me malicio que le sale más natural a Rajoy meter un camello por el ojo de una aguja que subir los impuestos a los ricos.

Algunos analistas prevén una fuerte contestación social cuando Rajoy exponga sus medidas de recortes y reformas. Tengo mis dudas, pero desde luego el PP se ha ganado a pulso los feos adjetivos que recibirá por su demagógica actitud en los últimos años.

Por una parte el PP ha sembrado odios por puro interés partidista. Es lógico que esté en contra de la gestión de Zapatero, y se puede ser muy crítico con él, pero para eso no hace falta perder la educación. Las gruesas palabras contra los socialistas son de cara a la galería – que luego todos toman cañas juntos-, pero han calado en muchos españoles que han hecho bandera de ese odio visceral al oponente, como puede comprobarse en cualquier conversación en el mercado o en el bar. Cuando el PP tenga que aplicar medidas dolorosas el odio será contra ellos, y solo pido que los socialistas de bien –que los hay, y muchos- no caigamos en esta trampa de aumentar la crispación de forma artificial para mejor beneficio electoral.

El otro error del PP, que ha compartido con el PSOE, ha sido su negativa a la labor pedagógica que deberían tener los políticos, explicando a la ciudadanía la verdad de lo que ocurre. Para salir de la crisis habrá que pagar un alto precio, da lo mismo que gobierne el PP o el PSOE, pero el PP ha convertido todo en una lucha entre buenos y malos, y esto es una simpleza para consumo de simples.

Yo me hubiera enfrentado a estos tiempos difíciles simplemente dejando claro a ciudadanía dos cosas:

1.-Cada cual debe hace lo mejor posible su trabajo, o no tendremos futuro como país; es decir, responsabilidad social o miseria.

2.- Sean cuales sean las circunstancias y la dureza de las medidas a tomar, ningún español será abandonado a su suerte, la pobreza nunca estará subordinada a consideraciones macroeconómicas.

Espero que la mayoría de los españoles estén a la altura de los tiempos difíciles que se avecinan, lo que equivale a decir que sean mejores que sus políticos.


Damián Zamorano Vázquez

Estepona Información. 3.12.2011