viernes, 5 de marzo de 2010

Nos roban la democracia

La constitución española es democrática: afirma que la soberanía nacional reside en el pueblo. Me temo que esto no se cumple, me temo que la soberanía -el poder- pertenece, como siempre, a los poderosos, que no son precisamente el pueblo.

El verdadero poder es el dinero, y consecuentemente la soberanía real la tienen los financieros. Movidos por su avaricia jugaron al casino, y nos embarcaron en la peor crisis económica de los últimos 80 años. Los países de nuestro entorno tuvieron que tragarse el sapo, no había plan B, ni parecía serio embarcarse en un movimiento populista tipo Venezuela, y con sumo asco afrontaron la crisis regalando a los financieros el dinero perdido en su bacanal ludópata.

La siguiente medida fue aumentar la deuda pública por aplicar medidas anticrisis, encaminadas fundamentalmente a paliar el enorme paro creado, o al menos subvencionar a los parados. Esto ha enfadado a los financieros, y se aprestan como lobos a castigar este aumento del gasto público, iniciando su cacería en Grecia. En este país una huelga general masiva ha demostrado el hastío popular por lo de siempre: las crisis las crean los ricos pero las pagan los pobres.

En España es posible que los sindicatos se comporten con bastante moderación, para gran disgusto del PP, pero las circunstancias obligan, mas vale un PSOE que mantenga derechos sociales que, por ser maximalista, ayudar a tumbar a Guatemala facilitando el triunfo de Guatepeor.

Pero el paro no será lo único malo, todo tiene pinta de empeorar, ya que los financieros juzgan a nuestro país como poco competitivo. Lo de la jubilación tiene su guasa, seremos un país en el que se entra –con suerte- a trabajar a los 30 años, para jubilarse a los 67. Cualquiera con sentido común vería más lógico empezar a trabajar con 23 años y jubilarse a los 60, pero esto es un disparate para los financieros, que en cualquier caso se jubilan cuando quieren y recibiendo algunos como cortesía por su jubilación mas de 70 millones de euros. Se endurecerán también las condiciones laborales, y veremos a una generación de adultos jóvenes mal pagados y en perenne interinidad laboral, alejados por imposibilidad de lo que es normal a su edad, disponer de una vivienda y poder crear una familia.

El poder de los políticos es muy pequeño comparado con el de los financieros. En lo sustancial son sólo su comparsa. Pero en lo accesorio sí que mandan, y lo hacen con gusto, con buenos sueldos, y para no ser molestados han creado unos círculos opacos e inaccesibles al público en general -los llamados partidos políticos- e implantado una partitocracia en la que deciden pocos, manteniendo las formas con el mandato constitucional de un pueblo soberano con un sucedáneo -por incompleto- de participación democrática llamado elecciones, cada 4 años para no abusar.

Un ejemplo grotesco de poder de los partidos, que miran su interés particular y no el común de la ciudadanía, lo tenemos en Estepona. Tras iniciarse las detenciones de la operación Astapa quedó claro que el consistorio estaba tocado de muerte, que mantenerlo sólo conduciría a una perdida de tiempo, cuando la crisis exigía un gobierno municipal fuerte y competente. Procedía un adelanto electoral para evitar este dislate y devolver al pueblo su potestad de elegir a los mejores. Pero el PSOE no tuvo la grandeza de solicitar a los esteponeros su opinión, no beneficiaba a los intereses del partido. El resultado lo conocemos, ruina social y económica, un ineficaz equipo de gobierno a base de recortes de partidos, y la política prostituida por la publicación a cómodos plazos del sumario de Astapa, con muchos interesados a calentar al pueblo con Astapa, para evitar que el pueblo les caliente por incompetentes.

En Estepona nos roban a golpe de impuestos, es posible que nos hayan robado vía corrupción, pero además nos están robando la democracia. Y Valadez me ha robado el PSOE: ladrón. Tengo el alma de panfleto incendiario.

Damián Zamorano Vázquez

Estepona Información 6.3.2010

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