sábado, 9 de abril de 2011

En defensa de Zapatero

Uno de los deportes más populares hoy día en España es renegar de nuestro presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. No parece pues muy sensata mi actitud de defenderlo, máxime cuando no será el próximo candidato del PSOE, y cualquier otro comentarista deseoso del aplauso obviaría tratar el tema o, si desea estar en la pomada, dedicaría sus loas al mejor situado de los próximos líderes del PSOE, Rubalcaba o Chacón, o a los dos para más seguridad.

Zapatero está mal valorado por la opinión pública, para los de derechas es el responsable de la crisis económica, para los más izquierdosos está destruyendo los avances sociales. Ambas apreciaciones son falsas. La crisis económica la han provocados los ricos, los banqueros, y esto deberían conocerlo al menos las principales víctimas de la crisis, los parados y los empresarios arruinados. Si la crisis se ha cebado sobre España es responsabilidad de todos los españoles, que creyéndose nuevos ricos construyeron un castillo de naipes tipo modelo de crecimiento basado en el ladrillo que ni siquiera pagaron con sus ahorros, sino a base de crédito bancario.

Personalmente nunca me ha atraído la forma de actuar de Zapatero, demasiado individualista y prepotente. No me gustan los líderes que usan el poder legítimamente obtenido sin atenerse en su uso a la norma de consensuar sus decisiones con la militancia o incluso la ciudadanía general. El gran problema es que este tic de suficiencia, el que gana manda, se contagió a algunos dirigentes socialistas de nivel inferior que llevaron el defectillo al esperpento dictatorial, y en Málaga bien que hemos sufrido por estos comportamientos antidemocráticos intolerables para los socialistas.

También creo que Zapatero se equivoco al inicio de la crisis. Por una parte ocultando su gravedad a los españoles, como si estos fueran menores de edad o cortitos de luces. Por otro lado no tomó medidas urgentes, o fueron contradictorias o mal dirigidas. Sin embargo cuando Europa decidió que no procedía para salir de la crisis seguir aumentando el gasto público, sino aplicar austeridad y reformas, Zapatero no dudó y se aplicó en esta tarea, aun sabiendo que adoptar medidas impopulares era su suicido político y que en esta ingrata labor sería aplaudido por muy pocos. Por de pronto el gobierno de Zapatero ha evitado la quiebra económica, a diferencia de Portugal, y probablemente logre su objetivo de reformar sin atentar contra los progresos sociales y el estado de bienestar, que ambos requieren profundas reformas, pero no ruptura. Dado que esta actuación me parece meritoria, al menos sepa que alguien –este humilde comentarista- le aplaude y defiende, al igual que siempre alabó su ampliación de las libertades cívicas.

Algunos interesadamente comparan a Valadez con Zapatero. ¡Qué barbaridad! Por una parte nuestro alcalde, mal gestor y peor persona, es el máximo responsable del inicio de nuestra crisis local. Es un dictador muy parecido a la Reina de Corazones del País de las Maravillas que visito Alicia: ¡que le corten la cabeza!, es su reacción a quienes le llevan la contraria, y como tal decapitó al PSOE de Estepona y últimamente a Lina y Sergio. Valadez y sus mentiras dañan el alma de los demócratas, pero para daño el que está provocando en los bolsillos de los ciudadanos de Estepona por su incapacidad absoluta de gestionar. Se ha gastado todo el dinero disponible, incluso el que no era del Ayuntamiento, y cuando el próximo gobierno municipal haga inventario de las deudas que ha acumulado Valadez sabremos la magnitud de la crisis que ha creado este incompetente.

Zapatero se va. Otros socialistas continuarán el punto y seguido. A Valadez lo echarán los ciudadanos. Punto y final. Otros socialistas y progresistas empezarán en Estepona desde cero, pero mejor desde el PSOE, que a fin de cuentas esta sigla es patrimonio de todas las personas de izquierdas y no usufructo de la Reina de Corazones

Damián Zamorano Vázquez
Estepona Información. 9.4.2011

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